Los productos biológicos son medicamentos poderosos que constituyen componentes diminutos como azúcares, proteínas o ADN, o pueden ser células o tejidos completos. Los medicamentos biológicos contienen sustancias producidas por células u organismos vivos. Por lo general, están hechos de proteínas que se producen naturalmente en el cuerpo humano. Cuando se administran a un paciente, ya sea por inyección o infusión, funcionan como la proteína natural, resolviendo los síntomas y previniendo o retrasando la progresión de la enfermedad.
Los medicamentos biológicos han estado en uso desde 1796, cuando los científicos crearon la primera vacuna contra la viruela. A lo largo de los años, se han convertido en soluciones poderosas que han revolucionado los tratamientos de muchas enfermedades graves y crónicas, como la artritis reumatoide, ciertos tipos de cáncer y la diabetes, brindando a los pacientes una nueva oportunidad de vida. Los productos biológicos presentan el potencial de medicamentos más específicos, más efectivos y más personalizados. Están cambiando la forma en que los médicos tratan las afecciones comunes que han afectado a las personas durante años.
Si bien el potencial de los productos biológicos es enorme, todavía está en gran parte sin explotar en términos de propagación terapéutica, eficacia médica y acceso a la población.